Celos@s y posesiv@s


Las personas celosas no se hacen, sino que nacen. De hecho, son muchos los estudios realizados en torno a los hombres y mujeres que sufren porque alguien mira o habla a su pareja y todos coinciden en las mismas conclusiones: los celos son una cualidad innata, no atienden a razones y son muy difíciles de evitar.

Y es que para una persona celosa es realmente un esfuerzo no enfadarse o no sentirse mal cuando ve a su novio/a en una situación que no le parece la correcta. Por esta razón, si descubres que tu pareja tiene esta forma de ser debes entenderle y escucharle para poder ayudarle en su problema, porque muchas veces los celos son una manera de manifestar su propia inseguridad o un conflicto entre ambos sin resolver.

Pero tenemos que tener claro hasta donde estamos dispuestos a aguantar. Si ya de por sí los celos son difíciles de soportar, cuando se convierten en algo constante y enfermizo, son inaguantables, por lo que debes ponerte firme antes de que vuestra relación se convierta en posesiva y no puedas tener independencia en absolutamente ningún aspecto de tu vida.

Está claro que, como ocurre en todos los conflictos de pareja, no debemos provocar a la persona celosa, pero también es evidente – o incluso más, si cabe – que no podemos perder nuestra personalidad por el mero hecho de que al otro le moleste que nos divirtamos con nuestros familiares o amigos, que nos arreglemos para salir o que saludemos a algún conocido.

Por ello, aconsejamos que, una vez que averigüemos que nuestra pareja es celosa, lo asimilemos lo antes posible y procuremos darle la menor importancia para no alimentar su actitud negativa, pero, sobre todo, nunca debemos permitir que en nuestra relación se sobrepase la barrera que separa los celos de la posesión.

Mujeres que espían los SMS de sus parejas


No son pocas las mujeres que deciden espiar los SMS que reciben sus parejas. Los celos son muy malos y es por ello que un estudio realizado conjuntamente por Ipsos Consulting y SonyEricsson ha demostrado que una de cada tres lo hacen. Estos datos son válidos para España pero podemos imagina que en el resto del mundo no tiene que cambiar mucho esa relación.

El 69% de las mujeres que fueron encuestadas piensan que el móvil es una buena arma para ligar. Además, ese porcentaje se vio incrementado hasta el 81% en el caso de mujeres jóvenes. Y es que el móvil no sirve sólo para ligar, también para descubrir infidelidades.

Una de cada tres mujeres de entre 16 y 24 años reconoce haber pillado a su pareja con mensajes comprometidos. Un 35% ha admitido que guarda fotos algo comprometidas en su dispositivo móvil. Son los pros y los contras de la evolución de la tecnología.

Controlar los celos


Las personas somos celosas de nuestra intimidad por naturaleza, por eso cuando detectamos que otra persona atrae la atención de nuestra amada puede ocurrir una respuesta emocional, mental y conductual llamada celos, en definitiva nos sentimos amenazados y tenemos miedo a perder aquello que tanto queremos. Los celos son naturales y muestran un sentido de posesividad e inseguridad, pero pueden acabar destrozando una relación si no se controlan. En definitiva, los celos pueden ser causados por una relación sentimental o interpersonal de cualquier tipo. No hace falta que nuestra pareja se vea a escondidas con otra persona.

En nuestra vida diaria podemos sentir celos cuando nos veamos en una situación comprometida, lo que acaba generando un ambiente hostil y desagradable. Cuando los celos se vuelven incontrolables es necesario tomar una decisión y cortar de raíz aquello que nos genera esa sensación. También existen los celos enfermizos, generados cuando la inseguridad supera a la persona que se ve envuelta de pensamientos negativos, frustrantes y desoladores. Eso es fatal para la pareja, ya que trae consecuencias muy negativas.

Para no tener celos es fundamental tener una actitud receptiva, abierta y no tener pensamientos negativos sin razones aparentes. La desconfianza dinamita una relación de pareja. Intenta reflexionar sobre tus sentimientos, averigua realmente su origen. Luego háblalo con una persona de confianza pero imparcial, seguramente como tendrá otro punto de vista te ayudará a superar la situación y a reconducir tu relación de pareja. Finalmente, es fundamental evitar sentirse la víctima de lo sucedido, todos somos responsables de nuestros actos y debemos aceptar las consecuencias, ya sean buenas o malas.