Envejecer enamorados


El amor nace con vocación de eternidad. Es decir, cuando una persona se enamora cree que será para siempre. Luego la realidad nos dice si de verdad esta historia tendrá continuidad o por el contrario, tendrá un punto y final en su desarrollo. Más allá de esta cuestión, el amor, real y auténtico es aquel que encuentran aquellas parejas que envejecen juntas. Conviene matizar que no por el hecho de estar siempre unidas se ama, sino que se ama al estar bien con el otro e ilusionado más allá del paso de los años.

Conforme pasan los años existen diferentes formas de compartir. Por ejemplo, cuando los hijos se van de casa los padres tienen que hacer frente al “Síndrome del nido vacío”. Está claro que los hijos son el centro del hogar, desde que nacen, los padres hacen grandes sacrificios por ellos. Cuando se produce la independencia, los padres tienen que volver a reencontrarse de nuevo. Este es un punto definitivo en la relación de pareja, ya que también se producen casos de parejas que después de la jubilación se llevan mal. Se dan cuenta de que al pasar tanto tiempo juntos, no tienen nada en común.

Por otro lado, envejecer juntos también es una prueba de firmeza, perseverancia y generosidad por ambas partes. Una prueba que puede derivar incluso en la celebración de las Bodas de Oro. Un día inolvidable en el recuerdo de los protagonistas y sus familias.

Además, el amor de la madurez también está vinculado con la ayuda mutua. Sencillamente, porque con el paso de los años surgen nuevas debilidades y achaques en la salud. Por ello, en ese caso, la pareja se convierte en un bastón emocional para seguir adelante y apostar por el presente. En un motivo para vivir feliz más allá de los obstáculos que son ley de vida.

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