Saber por qué a veces, una historia de amor sale mal no es del todo fácil. Sin embargo, en más de una ocasión sucede que la otra persona tenía interés inicial pero por lo que sea, cambió de opinión. Este cambio de opinión puede llegar a causar una gran frustración en el otro por la sencilla razón de que se había creado grandes expectativas. Hay gente que ante la negativa, en vez de aceptarla, se ciega y empieza a obsesionarse con el otro. A dar más y más, pero a dar desde un punto de vista exagerado.
No tiene ningún sentido, por ejemplo, comprarle un regalo carísimo a una persona a la que conoces desde hace muy poco tiempo. Y de hecho, la otra persona puede llegar a asustarse ante alguien que no dosifica el interés. Tal vez sea algo que muchas personas no entienden, pero lo cierto es que también puedes sentirte abrumado ante alguien que se entrega de una forma desmedida porque nadie puede ser el centro absoluto de la vida de nadie. No es sano a nivel emocional desde ningún punto de vista.
Cuando te obsesionas por la otra, lejos de acercarle a ti, lo que haces es alejarle porque la imagen de una persona obsesionada o desesperada resulta lo menos atractiva del mundo, la verdad. Por ello, tienes que cuidarte a ti mismo, tienes que potenciar tu autoestima y estar bien contigo mismo. Deberías sentirte orgulloso por haberlo intentado y retirarte a tiempo de una batalla que te está hiriendo.
Cuando te encuentres con una persona que aunque no te corresponda en el amor, al menos, sí te quiera desde un punto de vista de la amistad, entonces, merece la pena que hagas un esfuerzo por mantener el contacto. Sin embargo, cuando ni siquiera te cuida como amigo, es mejor que mires hacia otra parte.
Realmente cierto.