Para acabar con la mala suerte en el amor, en primer lugar, es muy importante utlizar los términos de forma correcta. Muchas personas consideran que mala suerte es no tener pareja. Sin embargo, mala suerte es estar en una relación infeliz, tener una compañía negativa y estar estancado en este punto. Si muchas personas abrazasen la soledad como un significado positivo, aprenderían a elegir mejor a potenciales parejas. Por el contrario, la mala suerte en el amor se alimenta de sentimientos destructivos como el temor a la soledad. Mala suerte es estar en una situación infeliz y no hacer nada para cambiarla. Y esto puede suceder tanto a solteros, como casados.
Cambia tu interpretación ante la vida
Por tanto, si quieres acabar con la mala suerte en el amor, comienza a tomar decisiones de autoestima y amor propio. Comienza a vivir en coherencia con este eje central de tu bienestar.
¿Y cómo lograr este objetivo? Buscando el equilibrio de quererte a ti mismo aceptando tu modo de ser, la historia que has vivido hasta aquí, esos errores del pasado de los que a veces te culpas y también, esas ilusiones que tal vez murieron por los escepticismos de la etapa adulta.
El dolor forma parte de la vida
El concepto de mala suerte termina en el momento en el que no interpretas la realidad constantemente según los parámetros de la buena o mala fortuna, sino desde el realismo de saber que todo ser humano tiene luces y heridas en su vida. Es decir, el sufrimiento forma parte de la existencia de un modo inevitable. Por esta razón, es recomendable no vincular el dolor con la mala suerte sino como un fenómeno tan real como la alegría.
Además, la mala suerte es relativa porque es probable que con el tiempo observes como una bendición el hecho de que una historia en la que, en su momento pusiste muchas expectativas, no tuviese el final deseado.
Amar sin sufrir.