Detalles con la pareja


Tener detalles con la pareja cuando se tiene una relación es muy importante. Hoy te damos unos cuantos consejos para que cuides a tu pareja y tengas esos detalles que tan bien la harán sentirse. Toma nota:

– Cuando su pareja salga del trabajo y llegue a casa pregúntale que tal el día. Préstale la atención que necesite y no te despistes con lo que te rodee como por ejemplo la televisión. Tampoco te excedas y no la agobies. Hablar de forma natural es lo mejor que podéis hacer.

– Busca tiempo para pasar un agradable fin de semana juntos. Busca algún hotel en algún sitio que sepas que le encantaría visitar a tu pareja.
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Cómo no enamorarse


El amor es muy bonito si es correspondido, si entre la pareja hay los mismos sentimientos, pero se puede llegar a pasar muy mal si no recibes lo que esperas del otro. Quizás exista una forma para no caer en el platónico amor. Nos puede suceder que notemos que nos guste o atraiga una persona, nuestro corazón nos empuja hacia ella, pero la cabeza nos dice que no nos conviene. Definitivamente podemos evitar enamorarnos de alguna forma. La clave para que no suceda consiste en no cometer errores que a la postre harán que caigamos en las redes de ese sentimiento del cual es muy difícil escapar. El amor es un sentimiento tan poderoso que puede mover montañas.

Vamos a ver lo que podemos hacer para no quedar pillados por una persona. Lo primero es evitar toda comunicación. No llamarse más de tres días seguidos, porque la otra persona puede ver comprometida su libertad de soltero. Tampoco entres en el juego de enviar demasiados mensajes de texto, si lo haces que sea lo justo y necesario por un día.

Muy importante, nada de regalos tiernos, es decir, nada de peluches, chocolates, flores o tarjetas. Trata de no pasar siempre el tiempo con esa persona, si quedáis para veros una tarde, se puede hacer pero luego date un respiro de unos días antes de volver a conectar. Es mejor quedar con amistades que no sean comunes.
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Protección de la pareja


¿Qué tipo de amante eres? ¿Te importa ser amado? ¿Simplemente lo que más te preocupa es conseguir el amor de alguien? Aquellos que siempre piensan en el amor de forma positiva, siempre suelen poder contar un final feliz de sus aventuras amorosas. Lo bonito es cuando te llega el amor verdadero y empiezas a preocuparte por alguien sin ningún motivo en especial.

A menos que tu amor no sea sinónimo de una simple relación física, tu amor debe trascender por encima de todo y nada, o casi nada, debe preocuparte más que esa persona de la cual te has enamorado. Las relaciones amorosas entre padre e hijos, están por encima de cualquier otra cosa en el mundo y son diferentes a cualquier tipo de relación. En las relaciones amorosas entre personas, siempre debe haber una atención directa sobre la pareja. ¿Eres una persona a la que le gusta que le cuiden?

Las “atenciones” siempre son necesarias cuando se mantiene una relación estable con alguien. Si la otra persona nota que no le prestas nada de atención, puede que pronto busque comprensión y atención en otra persona. Amar significa dar. El amor exige que mantengas a tu pareja feliz. Debes saber perdonar sus errores y valorar las cosas que hace por ti.

Estar pendiente de tu pareja no es malo siempre que no se convierta en una obsesión. Ambos debéis tener vuestro espacio pero siempre sabiendo que tenéis al lado una persona que os dará lo que necesitáis en cuanto se lo digáis. Está claro que cuando se quiere a una persona uno de los primero sentimientos que afloran es el de la protección.

El pesimismo y el amor


El pesimismo continuado es un claro indicador de depresión progresiva. Representa un estado mental que es perjudicial en la perspectiva, y también tiene mucho que ver con los resultados futuros. No puedes estar todo el día pensando que nadie te quiere o que nunca vas a encontrar pareja eso no es nada bueno. El pesimismo es generalmente conocido como la actitud que hace que un individuo comience a pensar que no es lo suficientemente competente para controlar una situación y que, posteriormente hacer “caer” en una actitud pasiva.

En pocas palabras, la persona se da por vencida fácilmente teniendo en cuenta que todo lo que está haciendo será inútil. Este problema, también puede ser un mecanismo de defensa para reducir el efecto de los eventos traumáticos o perturbadores. Hay quienes piensan negativamente de modo que si el resultado de un evento es malo, pueden consolarse diciendo que ya lo sabían.

Pero en el amor, a veces todo es tan confuso que nunca se sabe. Si todo sale como se espera, entonces se asume que los esfuerzos que se han invertido han sido fructíferos. El mayor inconveniente de ser pesimista es que una persona toma una actitud pasiva y sólo permite a los acontecimientos que ocurran a su alrededor, sin tratar de controlarlos o darles la vuelta para convertirlos en algo positivo.

Los esfuerzos que se realizan no son suficientes y están respaldados por la anticipación del fracaso. El pesimismo puede ser tratado. Una persona así debe forzarse a sí mismo para pensar en un tono más positivo que impulsará mucho mejor sus acciones y por lo tanto tendrá más posibilidades de obtener el control.

El amor sí tiene palabras


¿Qué ocurre cuando te acabas de enamorar de una persona que no habla el mismo idioma que tú? En un principio te puedes dejar llevar por la intuición y recurrir al uso de señales físicas… A veces este recurso funciona de maravilla, sin embargo ¿no te estarás perdiendo el fondo de bonitas conversaciones?

Muchos te dirán que no te preocupes que el idioma del amor es universal pero tú quieres ir más allá y dejarte fascinar en profundidad por la cultura y las costumbres de la persona que ahora se ha instalado en tu corazón ¡Claro que sí!

Todos poseemos un programa genético predeterminado y tu cerebro también está neurológicamente preparado para aprender. Cuentas con sobrada capacidad para asimilar los 52 sonidos de los lenguajes universales, su entonación y sintaxis.

Gracias a la llegada de este “nuevo amor” a tu vida, te convertirás en una persona bilingüe. Y es que los individuos bilingües tienen «más materia gris» en la parte inferior de la corteza cerebral parietal. Te informamos de que la «materia gris» del cerebro está compuesta principalmente por «cabezales» de nervios, que son responsables del procesamiento de información.

Si ves complicado aprender su idioma materno, tienes otra solución: Poner en funcionamiento todos los conocimientos de la lengua franca que hoy impera, esto es, el inglés. De hecho, existe una mayor información recientemente publicada (física y digitalmente) en este idioma que en cualquier otro.

No tengas miedo en lanzarte a la aventura de salir con alguien de otra cultura y que precisamente maneja otro idioma. Lo importante son las personas, no necesariamente las palabras empleadas, aunque hay que reconocer que éstas son una fuente de comunicación potente.

Quédate con esta frase, que sirva de reflexión: “Quien no conoce las lenguas extranjeras, nada sabe de la suya propia”.

El tiempo en las relaciones


Mantener una relación vital e interesante, necesita su tiempo. Fomentar tu relación, aumentarla, y mantenerla no se consigue de un día para otro. Sin embargo, mediante el establecimiento de prioridades y metas, conseguirás hacer un mejor uso del tiempo que tengas. Lo primero que debe hacer es establecer prioridades:

– Importante y urgente: por ejemplo la caída de un niño que se hace una herida.
– Importante pero no urgente: sentaros juntos a compartir las vivencias del día.
– No es importante pero sí urgente: llevar un traje a la lavandería para la reunión de mañana.
– No es importante y no urgente: encender la televisión y hacer zapping.

Cuando nos demos cuenta de que hay tareas que nos consumen mucho tiempo, lo mejor es que dejemos aquellas que no son importantes. Al concentrarte la mayor parte de tu tiempo en hacer lo que es importante pero no urgente, puedes eliminar gran parte de la crisis (importante y urgente), así como las cosas sin importancia. Tu perspectiva sobre lo que es «urgente» terminará cambiando. A continuación tienes un par de cosas importantes, pero no urgente, que debes incluir en tu lista de prioridades:

– Tener una charla diaria regular
Apaga la televisión y el móvil y sentaros juntos durante un corto tiempo, sin interrupciones y cara a cara, todos los días para compartir vuestros pensamientos y sentimientos. Contaros pequeños detalles o grandes noticias.
– Pasar una velada juntos cada semana
Un plan específico no os vendrá nada mal si ambos trabajáis y apenas tenéis tiempo para veros. Una vez programado, el compromiso debe realizarse siempre.

Elegir el sitio para una primera cita


¿Dónde quieres ir en tu primera cita? Esta es una elección que, hasta que no llega el momento, no nos damos cuenta de que puede ser un verdadero quebradero de cabeza. En primer lugar los dos debéis decidir el lugar y la fecha de manera conjunta. En una primera cita, normalmente, debes intentar que no haya un excesivo número de personas alrededor. Tampoco es aconsejable que, de repente os encontréis en una especie de desierto.

Intentad encontrar un lugar en el que no haya demasiadas caras familiares para los dos. Por lo tanto, no elijas una reunión familiar para una primera cita. Estos, pueden ser lugares muy incómodos. Lo clásico es ir al cine. Si lo piensas con detenimiento es, el lugar perfecto, ya que además de andar hasta el cine, juntos y podréis sentaros uno al lado del otro para posteriormente ir a cenar. Este tiempo de unión no puede ser interrumpido.

Otra forma de saborear la emoción de una primera cita es la de ir a dar un paseo. Podría ser un paseo en coche o en bicicleta. Un viaje largo puede ser refrescante. No te aventures demasiado en la primera cita y moveros por zonas que conozcáis. Si ambos tenéis mascotas, podéis llevároslas para que ellas también se conozcan y puedan pasar un día divertido.

Si hay algún festival local o algún tipo de evento especial en las proximidades, podéis elegirlos como destino para vuestra primera cita. Si, por ejemplo, a los dos os gusta el futbol podéis quedar para realizar una visita guiada por el estadio de uno de vuestros equipos. El sitio que finalmente elijáis, debe ser capaz de proporcionaros una nueva experiencia que nunca olvidaréis.

El amor en el siglo XIX


A finales del siglo XIX y dentro del marco del concepto de “amor libre” se formaron parejas que recurrían a la ideología anarquista.

Las personas adultas pueden llegar a establecer un acuerdo libre, entendiéndolo como un compromiso legítimo que ha de ser respetado por quienes lo suscriben así como por terceros. De aquí se explica que las relaciones sentimentales o sexuales no necesitasen de ningún permiso o autorización expresa del Estado ni ningún compromiso religioso.

De este modo Émile Armand refleja el amor:

Los sexos se atraen mutuamente, se buscan naturalmente, normalmente: este es el hecho original, primordial, la base fundamental de las relaciones entre las dos mitades del género humano. Por otro lado, es una locura querer reducir el amor a una ecuación o limitarlo a una forma única de expresión. Aquellos que lo intentaron se dieron cuenta bien pronto de que habían equivocado el camino. La experiencia amorosa no conoce fronteras. Varía de individuo a individuo.

En términos generales, durante esta época el amor es considerado a la vez un principio divino y un principio de perdición. Y es que la idealización de la figura femenina conduce a Dios pero también puede suponer una fuente de fatalidad y destruir al hombre.

El siglo XIX está salpicado de diversos acontecimientos políticos y sociales. Y en lo que respecta a los movimientos literarios triunfa el Romanticismo. Se comienzan a ver parejas de individuos entregados al amor y cuyos lemas eran los siguientes:

1- Rebelión del individuo contra cualquier norma que la impida expresar sus propios sentimientos.
2- Absoluta libertad en política, moral y arte.
3- Mantienen una actitud idealista que no corresponde a la realidad que los rodea y los lleva a la rebeldía contra la patria, la sociedad e incluso contra Dios.
4- Como consecuencia del enfrentamiento entre su espíritu idealista y la cruda realidad, se produce la desesperación y el desengaño.
5- Si en el siglo anterior la verdad era igual a belleza, para el Romanticismo sólo la belleza es la verdad.

Evaluar las relaciones


Las relaciones siempre son un proceso natural y, por lo tanto, estas siempre pasan por diferentes etapas. Cuando comienzas a sentirte atraído por alguien y la situación pasa a ser divertida y agradable, puede ser el comienzo de una relación. Te gusta todo de esa persona y tu corazón comienza a latir fuertemente cuando se acerca sonde tú estás… Sin embargo, conseguir el una relación más profunda, es mucho más difícil y puede que no sea tan divertido.

Este es el momento para evaluar la relación. Debes averiguar si estás preparad@ para asumir las responsabilidades que conlleva esta nueva situación. Está claro que si decides asumir retos mayores es que, está list@ para poner de manifiesto tus sentimientos, aunque esto no implica que todo salga como tú esperas. Esto indicará que, en realidad, estás profundamente enamorad@.

Sin embargo, si no eres capaz de bandear ningún obstáculo y saber manejar las tensiones esto puede significar que no serás capaz de hacer frente a una relación amorosa actualmente en tu vida. Evalúa la situación: simplemente puedes sentirte atraíd@ instintivamente por un físico o ser un simple capricho amoroso. El enamoramiento, por lo general, se basa en premisas que no se han terminado de confirmar.

Si dos personas se gustan, y bien, quieren compartir todo lo que les rodea, mostrarán lo mejor de sí mismos. Esta perfecta imagen debe mantenerse el resto de los días que dure la relación. La sensación de una fuerte atracción siempre suele desencadenar en un amor verdadero. Sólo cuando dos personas se conocen bien y se sienten atraídos el uno por el otro de manera similar es cuando es amor se mantiene en su totalidad.

El amor en la literatura


El amor es uno de los temas que más ha motivado a artistas a lo largo de la Historia de la Literatura. Casi todas las creaciones literarias se componen mediante el reflejo subjetivo de una percepción humana… El autor rescata de “sus interioridades” vivencias propias u de otros para plasmarlas en unas páginas.

Una obra de temática amorosa no se elabora meticulosamente mientras se ama, sino cuando la mente está lo suficientemente despejada para ser capaz de imaginar una fantasía a partir del recuerdo de ese sentimiento.

Con el fin de adentrarte en los entresijos de cada siglo, escoge una pequeña muestra literaria para aproximarte a las costumbres amatorias de las personas en diferentes épocas.

Hallarás poemas de alto contenido sexual (el amor y el sexo se concebían de un modo más natural que en tiempos posteriores) en las Jarchas.

Más adelante, una vez instalados en el camino de la decencia y la castidad, los nobles se convirtieron en mitos eróticos de la época. Y si a ellas iba destinado el verso, no se podían decir ordinarieces ni deseos explícitos de mantener relaciones sexuales.

La poesía amorosa del Siglo de Oro presenta musas y deidades incorpóreas e inalcanzables.

Con el transcurrir del tiempo, el amor va evolucionando hacia posturas más liberales. Todo se vive de un modo más terrenal. Así los asuntos matrimoniales presidirán la temática de las obras de teatro de siglo XVIII. De hecho, se daban con frecuencia las uniones entre hombres viejos con muchachas jóvenes (por ejemplo “El sí de las niñas”, de Leandro Fernández de Moratín).

Durante el Romanticismo, el amor se vive con mayor intensidad. El amor se siente de verdad como tal, y no como una obligación. Los sentimientos se expresan de un modo más directo, sin miedo a obtener represalias posteriores.

Las infidelidades, los hijos secretos, al amor no comprendido y los matrimonios de conveniencia también abundan en las obras literarias del Movimiento Realista.

Actualmente, en la mayoría de los casos, se puede disfrutar de “amar a quien se quiera”, sin que suponga motivo de vergüenza o desaprobación social.