Aunque no se le pueda considerar una dama de honor, un buen acompañante el día de la boda para el novio os quitará un montón de trabajo. Aunque tu futuro marido vaya de “durito” y te diga que a él no le hace falta nadie, lo mejor es que hables con su mejor amigo para que no se separe de él durante todo el evento. Durante los momentos de nervios y tensión, su amigo será un gran apoyo moral. Explícale a este amigo cuáles serán sus funciones:
– Por encima de todo, tendrá que estar allí como apoyo moral. Si el novio empieza a sufrir algo de ansiedad, él será el encargado de calmarle.
– Si también es el encargado de organizar la despedida de soltero, pídele que no terminen muy tarde (si es el día anterior a la boda) y que esté pendiente de lo que bebe tu pareja.
– Cuando el novio vaya a vestirse es mejor que le acompañe. Estando juntos podrán hablar sobre otros temas y así el novio no tendrá que estar pensando sólo en la boda.
– Aunque luego al altar, le acompañe algún familiar, deberá estar pendiente de los horarios y conseguir que el novio llegue a la hora prevista a la iglesia. Es la novia la que puede llegar tarde.
– Una vez terminada la ceremonia y cuando ya estéis en pena celebración, recuerda realizar un brindis en honor a ese chico que tanto os ha ayudado.