Rehacer tu vida tras el divorcio


Un divorcio siempre es una experiencia dolorosa, sencillamente, porque muestra que apostaste por una persona y por una historia que no te salió como tú esperabas. Además, una separación resulta todavía más difícil en el caso de que haya hijos en común. Es lógico, tener niños implica de forma directa que más allá de que hayas roto con esa persona, existe un vínculo que te une a ella para siempre. Y por los hijos, debes hacer el esfuerzo de llevarte bien para que los niños no sufran las consecuencias de un desamor.

Pero en un divorcio no sólo hay que pensar en los hijos sino también en uno mismo… ¿Es positivo que una persona se cierre para siempre a la esperanza por el hecho de haber sufrido una decepción? No. La realidad es que así como podemos equivocarnos en otros ámbitos de nuestra vida, también puede suceder que una persona se equivoque en el amor. Sin duda, no creo que sea positivo frivolizar con esta cuestión ni con el matrimonio. Un compromiso es un tema muy serio que dos personas deben asumir y cumplir de forma totalmente responsable y consciente.

Sin embargo, a veces, las cosas no son como uno desearía y sufre el abandono de la otra persona, o sencillamente, la convivencia se convierte en una tortura emocional. La vida es tan breve que no merece la pena ser infeliz. Al revés, creo que cualquier persona debe darse la oportunidad de conocer a su verdadero amor. Si te apetece reflexionar sobre esta cuestión te invito a ver una película excelente de Sandra Bullock titulada «Siempre queda el amor».

Una historia en la que una mujer que es madre de una niña debe de continuar con su vida tras sufrir el abandono de su marido y volver a confiar en el amor más allá de los miedos, las inseguridades y el peso del pasado. De hecho, lo primero que debes hacer siempre que te encuentras encadenado al ayer es liberarte de la sombra del pasado.

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