La historia de Cupido


Es difícil que alguien no haya oído hablar de Cupido alguna vez en su vida ¿verdad? La imagen de esa especie de niño gordito con alas, provisto de un arco y sus flechas, han hecho pensar a más de uno en el amor. Cupido es el dios del amor y la belleza. El nombre en sí, deriva de una palabra que significa deseo. No sólo los seres humanos pueden ser “atacados” por el pequeño, muchas historias cuentan como otros dioses se han visto atravesados por las flechas del amor.

Una de sus primeras víctimas fue su propia madre, Venus que se enamoró de Adonis, el primer hombre que vio después de que ella misma se arañara con una de las flechas de su pequeño mientras jugaban. Se cree que llevaba dos tipos de flechas. Las hechas de oro representan el verdadero amor, mientras que las que tenían unas puntas diferentes representaban la lujuria desenfrenada. Esto también le convierte en el dios del amor erótico.

Aunque ahora lo conocemos como un niño angelical, en sus primeras representaciones, Cupido era representado por un hombre adulto muy guapo. En muchos lugares, se le ve cabalgando sobre un delfín o un pájaro. El resultado de sus acciones, no son acertadas en todos los casos. También es conocido por haber golpeado con sus flechas a parejas impares para disfrutar de la situación como si de un juego se trataras.

Eros, es el equivalente de Cupido en la mitología griega. A partir de su nombre se origino la palabra “erótico”. Era hijo de Afrodita, la diosa griega del amor y la belleza y Ares, el dios griego de la guerra.

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