El ser humano es tan complejo y cada vida es tan diferente, que a veces, creo que es bueno evitar las generalizaciones para poder ir a lo concreto, y sobre todo, para poder generar esperanza. Siempre se dice que para conocer gente nueva, hacer nuevas amistades y encontrar el amor, es importante estar receptivo. Y es cierto. Sin embargo, no pasa nada porque una temporada te cueste darte a los demás y tomar la iniciativa en los planes, porque si de verdad otra persona tiene interés en ti, te lo hará saber.
Se interesará por conocerte mejor y saber de ti y de tu vida. En determinado momento, te pedirá el teléfono o el correo electrónico para llamarte y no perder el contacto contigo. La forma es lo de menos, lo importante es que si de verdad alguien te quiere conocer, no importa que estés poco receptivo, porque no hay ninguna puerta que sea demasiado grande de derribar cuando el interés es real y verdadero. Tal vez, sí sucede en la adolescencia o en los primeros años de juventud, pero no creo que suceda más tarde cuando la madurez te permite observar más allá de lo aparente.
Cada persona puede tener sus motivos interiores para no estar preparada a nivel emocional de tomar la iniciativa en las relaciones sociales. Tal vez tiene el recuerdo marcado de que en algún momento, apostó por una persona y no le valoró del modo adecuado. El hecho de que una persona se sienta incapaz de tomar la iniciativa en este momento de su vida no significa que no esté deseando que otra persona se acerque a ella y se interese por saber quién es.
Otro tema muy diferente es que observes que a pesar de que tú tomas la iniciativa de acercarte a la otra persona, ella no lo valora, ni le alegra en la forma en que a ti te gustaría. Entonces puedes pensar en alejarte, verle como un amigo o luchar hasta el final. La decisión sólo depende de ti.