Escucha el mensaje en una ruptura


En una ruptura, cuando una persona está enamorada, muchas veces, pierde toda la objetividad para escuchar, asumir y aceptar con asertividad los sentimientos ajenos. De forma curiosa allí donde uno dice: “Quiero romper”, el otro puede entender: “Todavía hay esperanzas”. Se trata, simplemente, del propio deseo y no de cómo son las cosas en realidad. Pero estas contradicciones entre razón y corazón causan mucho malestar a las dos partes.

En primer lugar, aquel que sigue enamorado alarga la situación de una forma innecesaria, por ello, el periodo de duelo también es mayor. Pero además, la otra persona se siente mal, agobiada y llega a experimentar incluso, rechazo por su ex. Siente que le falta libertad y que ya no sabe cómo quitarse el pasado de encima. En una ruptura, las cosas duelen, sin embargo, es mejor vivirlas con madurez. Con la sensación de haber dado el paso a la etapa adulta y no ser un niño que se encapricha.

¿Qué hacer después de una ruptura? Seguir con tu vida, entender que se trata de una decisión que la otra persona puede tomar de una forma libre y que no te queda más remedio que aceptarla. Esa idea de seguir luchando puede resultar muy romántica pero a veces, produce el efecto contrario al deseado. Es decir, en caso de aceptar las cosas, puede que con el tiempo, terminéis siendo amigos. Pero en caso de ejercer algún tipo de presión o coacción, las posibilidades se limitan.

Uno de los mayores errores de aquel que es abandonado es querer buscar mil motivos a la ruptura, es decir, racionalizar al extremo la situación. Sin embargo, las cosas, simplemente, pasan. Es decir, puede que la otra persona haya dejado de estar enamorada y eso no significa, que antes no lo estuviera. Pero hay algo que ha cambiado.

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