Cuando pasa el efecto del enamoramiento


El enamoramiento es un estado transitorio, es decir, no dura eternamente. De hecho, es mucho mejor que la duración de este estado sea transitorio, precisamente, porque de esta forma, cualquier persona valora de una forma más especial esos instantes que se muestran por diferentes síntomas: exaltación de la emoción, mariposas en el estómago, nervios, alegría, sensación de plenitud…

Pero durante ese estado emocional también es más difícil centrar la atención en otros objetivos, por ejemplo, es más costoso centrar la atención ante los libros para preparar un examen. El efecto del enamoramiento se pasa, sin embargo, algunas personas de una forma equivocada creen que también se acaba el amor y se rompe la relación. Este comportamiento lo tienen, especialmente, aquellas personas que viven enganchadas a la pasión de los inicios.

Existe un más allá, un amor más maduro, más sereno y más pleno que se refleja en la confianza que existe entre dos personas, en la seguridad que aporta tener una relación estable, en la comunicación de calidad y en el respeto mutuo. El efecto del enamoramiento pasa pero eso no significa que el amor se acabe, simplemente, se transforma y evoluciona como cualquier vínculo interpersonal. La amistad también evoluciona a lo largo de los años.

Sin embargo, una vez que pase el enamoramiento, no debes estancarte, conformarte ni quedarte quieto. Siempre es un buen día para sorprender al otro y empezar de nuevo. No pierdas la ocasión de conquistarle y de enamorarle. Apuesta por tener gestos bonitos. Imagina que conoces a tu pareja de nuevo a partir de cero. Toma una actitud positiva y proactiva. No quedes a la espera de que sea el otro quien siempre tome la iniciativa en los planes. Tú también puedes hacerlo y arriesgar por tu relación como si empezases de nuevo. Mucha suerte.

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